El bandoneón es el instrumento
tanguero por antonomasia. Al escuchar su timbre nostálgico y quejumbroso, en cualquier
tiempo o lugar que nos encontremos viajaremos al Río de la Plata. Pasearemos por las
callecitas de Buenos Aires mezclados con antiguos compadritos, "Estercitas" y
actuales porteños demorados en alguna pausa memoriosa...
Nacido en Alemania en la tercera década del
siglo XIX, fue diseñado como reemplazante del órgano de iglesia; una versión portátil
y más económica para oficios religiosos rurales. Jamás hubieran imaginado sus
inventores y primeros ejecutantes que este peculiar instruemento quedaría ligado para
siempre al Tango
Las crónicas mencionan que llegó al Río de
la Plata en 1840, traído por un mítico marinero, Bartolo "el brasileño";
otros señalan como su introductor al país a un tal Thomas Moore, inglés y también
hombre de mar. Se afirma que en la guerra del Paraguay, entre los años 1865 y 1870, en
los campamentos del ejército argentino habría sonado un bandoneón perteneciente a un
soldado llamado José Santa Cruz, quien aliviaba con sus novedosos sones las penurias de
la terrible contienda fraticida.
Pero la entrada al tango de este instrumento
se daría recién a comienzos del siglo XX, primero como solista y luego integrado a los
primigenios trios instrumentales, en los que iría a desplazar a la flauta traversa. En la
misma época aparece el tango-canción, con toda la carga poética de nostalgia, dolor y
pesadumbre por el abandono de la "querida". Ambas expresiones, la nueva poesía
lastimosa y el timbre desgarrador del "fuelle", se encontrarán en una fusión
recíprocamente enriquecedora.
Luego, a finales de los años treinta,
aparecería uno de los inmortales: Aníbal Troilo, "Pichuco". Excelente
compositor y director de orquesta, y un excepcional intérprete del fuelle, era capaz de
arrancarle los sonidos más humanos que hayamos podido escuchar en este instrumento. En su
orquesta comenzaría a tocar y a sobresalir, por técnica y concepción musical, un
muchacho llamado Astor Piazzolla, quien realizaría una carrera de ascenso muy rápida en
la orquesta de Troilo para luego independizarse. Se dice que hay un Tango antes y otro
después de Piazzolla.